"Sin dolor ni hinchazón": Un absceso cerebral tras una infección dental casi resulta fatal


Una de las excursiones de Graham Bell terminó inesperadamente con una cirugía cerebral que le salvó la vida. Cuando la mitad de su rostro se desplomó repentinamente, todo tuvo que suceder con rapidez.
Graham Bell, un padre de 61 años de Wirral, una península al sur de Manchester, Inglaterra, sufrió una emergencia médica inesperada. Su esposa, Sue, notó que su rostro se descolgaba, y su esposo también se quejaba de fuertes dolores de cabeza.
El hombre de 61 años fue llevado de inmediato a urgencias para un examen más detallado, donde se descartó un derrame cerebral. La causa de sus síntomas fue una infección que, tras una lesión dental, se había propagado inadvertidamente al cerebro, causando un absceso.
Según un comunicado del Centro Walton, una clínica del norte de Liverpool, los médicos encontraron una "masa de tres centímetros" en el cerebro de Graham, que resultó ser un absceso. Fue trasladado al Centro Walton para una cirugía de emergencia, donde se requirió "acción rápida", según su esposa, Sue. La operación fue un éxito y Graham comenzó a recuperarse.
Unos días después de la cirugía inicial, el estado de Graham empeoró de nuevo al desarrollar sepsis . Lo llevaron de nuevo al quirófano y le administraron grandes dosis de antibióticos para combatir la infección. «La infección se originó en una grieta en mi diente», explicó Graham al Centro Walton, señalando que «no experimenté ningún dolor ni inflamación en la boca que pudiera indicar el problema». La infección no detectada resultó ser la causa de la sepsis y el absceso.
Si los médicos no hubieran descubierto la infección oculta, el padre probablemente habría fallecido. Una enfermedad que, si no se detecta, puede ser mortal, también se está propagando actualmente en Nueva York.

Graham pasó seis semanas recuperándose en el Centro Walton y recibió atención integral. Sin embargo, la infección le dejó cicatrices que le impiden comunicarse y moverse.
A pesar de los desafíos, aún se siente una profunda gratitud por la dedicación del personal. «El hospital le salvó la vida», declararon Sue y Graham Bell en el comunicado. Inspirados por el tratamiento de su padre, sus hijos, Rob y Aimee, organizaron una carrera benéfica y recaudaron más de 3200 libras esterlinas (3680 euros) para la organización benéfica Walton Centre.
- Reconozca los primeros síntomas : El malestar general, la fiebre y los dolores leves pueden ser los primeros signos de un absceso incipiente. Los dolores corporales y la hinchazón local también son posibles signos tempranos que no deben ignorarse.
- Síntomas principales típicos : Un absceso completamente desarrollado se manifiesta con dolor intenso y pulsátil, enrojecimiento y calor en la piel. La zona afectada puede estar tensa y sensible al tacto, y ocasionalmente puede drenar pus espontáneamente.
- Síntomas acompañantes ocultos : Los abscesos internos suelen presentar síntomas inespecíficos, como ictericia, escalofríos o pérdida de peso. Los abscesos en la cavidad abdominal o en las articulaciones cercanas pueden causar dolor intenso y disfunción.
- Complicaciones peligrosas : Los abscesos no tratados conllevan el riesgo de sepsis, en la cual la infección se propaga a través del torrente sanguíneo. Esto puede ser mortal, especialmente en la zona facial si el cerebro está afectado.
- Evaluación médica : Christian Hoffmann, experto en heridas y director de enfermería, advierte contra el autodiagnóstico y recomienda urgentemente una evaluación médica si se sospecha un absceso. El tratamiento temprano puede prevenir consecuencias graves.
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